Octava Cruzada

OCTAVA CRUZADA: 1269-1291

 

Sitio y caída de Acre, 1291

Sitio y caída de Acre, 1291

Con el fin de la Cuarta Cruzada y el desvío de la tradición original que se establecía en la empresa de Urbano II, el espíritu de Occidente por reconquistar Tierra Santa no era tan grande como lo fue cercano al año mil. Uno de los aspectos más llamativos posteriores a la Cuarta Cruzada, fue la Cruzada contra los Albigenses o Cátaros, que se extendió hasta el año 1244. Esta Cruzada fue proclamada por el Papa Inocencio III con el fin de acabar con las herejías en el sur de Francia (Barreras, 2007). También podemos encontrar la denominada “Cruzada de los niños” en el año 1212, de la que no se tiene certeza si es un mito o realidad.

Pero en la Quinta, Sexta, Séptima y Octava Cruzada, es posible apreciar como una derrota tras otra hace que el movimiento decaiga cada vez más, llevando el espíritu de la Cruzada no contra el Islam, sino contra el mismo Occidente como lo fue la Cruzada contra los cátaros. Runciman destaca que si las Cruzadas se extendieron hasta el año 1291, fue por la intervención de Mongoles y Mamelucos y su afán de conquistar nuevos territorios (1954, pág. 237 y sub.).

No es sino hasta el año 1291 en que el dominio de Acre, que durante la tercera Cruzada había sido conquistada por los Cruzados, y que había sido respetada por Mongoles y Mamelucos al verlos como potenciales aleados, es sitiada y con esto se marca el fin de las Cruzadas, pues es la pérdida del último asentamiento cristiano que resguardaba órdenes militares en Tierra Santa (Nicolle, 2011c). Con la pérdida de Acre, los Templarios comienzan a ser reducidos, y posteriormente perseguidos hasta caer la Orden del Temple. El fin de las Cruzadas luego de la caída de Acre no fue tan exitoso para el mundo musulmán, pues como afirma Maalouf, las Cruzadas desencadenaron “largos siglos de decadencia y oscurantismo. Asediado por doquier, el mundo musulmán se encierra en sí mismo, se ha vuelto friolero, defensivo, intolerante, estéril (…) a medida que prosigue la evolución del planeta de la que se siente al margen” (2009, págs. 905-906), lo que puede ser confirmado en la Toma de Granada, o en la reminiscencia de los políticos del mundo árabe al recordar constantemente a Saladino.

Bibliografía

Barreras, D. (2007). La Cruzada Albigense y el Imperio Aragonés. Nowtilus.

Maalouf, A. (2009). Las cruzadas vistas por los árabes. Madrid: Alianza.

Nicolle, D. (2011c). Acre. La caída de los Cruzados. Barcelona: Osprey.

Runciman, S. (1954). A History of the Crusades – Volume 3, The Kingdom of Acre and the Later Crusades. Cambridge: Cambridge University Press.

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